Recuerdo muy bien que cuando era niño cada vez que quería tirar algo en un bote de basura desde lejos, mi papá siempre me decía mejor acércate para que no lo vayas a echar fuera del cesto.
¿Y qué creen que hacia?
Obviamente no me acercaba e intentaba encestar al más puro estilo de Michael Jordan de tres puntos.
-Y en efecto fallaba-
Es ahí cuando mi papá me decía “ya ves el flojo trabaja doble”
Y no solo me pasaba en esos casos, cuando tenía que hacer alguna tarea o algo que me encargaban, si él notaba que tenía la firme intención de ahorrarme un poco de energía para hacerlo, me repetía “cuidado que el flojo trabaja doble”.
Yo creo que de tanto que me lo dijo, es que entendí que es mejor intentar hacer las cosas lo mejor que se pueda desde la primera vez.
Sea lo que sea, cada vez que hago algo pongo mi mayor esfuerzo.
Hay ocasiones en las que vuelvo a caer en la tentación de economizar mi energía y algo sucede de forma distinta a como lo esperaba, entonces en mi mente pienso “el flojo trabaja doble”
Esto no significa que las cosas deben de ser perfectas desde un primer momento, esto se trata de que pongas conscientemente tu mayor esfuerzo para lograr hacerlo de la mejor manera.
Si después detectas que hay algún error o que existe una posible mejora para eso que hiciste, hay que realizarla.
Espero que esto que te cuento, te sirva como a mí cada vez que quieras hacer algo y lo busques realizar de la mejor mejor manera posible para que no tengas que repetirlo o corregirlo demasiado.
Al final el retrabajo es peor que el haber invertido un poco más de tiempo y energía desde un inicio.